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Valiente a la fuerza
Un empresario multimillonario tenía entre sus múltiples valores miles de hectáreas de tierras fértiles, cientos de miles de cabezas de ganado fino y una preciosa hija de 18 años heredera de todas sus riquezas. Un día nuestro millonario organizó una reunión en su mansión a la cual invito toda la alta sociedad de país y al llegar la media noche, descubrió una piscina de 500 m, con las paredes extra altas en tres de sus lados, en los primeras 100 m de la piscina había colocado pirañas sudamericanas, en el segundo tramo cocodrilos del África, luego barracudas del caribe, después anguilas eléctricas y finalmente tiburones australianos.
Nuestro hombre reunió a todos sus invitados en uno de los extremos de la piscina y les dijo: «creo que la juventud está perdida, ya no hay hombres en este mundo, por eso si hay un macho en esta fiesta lo reto a cruzar esta piscina. ¡Al que lo haga le daré a escoger entre la mitad de mis tierras, el 50% de mi ganado o la mano de mi única hija y heredera! No había terminado de hablar el empresario cuando un joven se lanza a la piscina, la cruzo y salió por la otra orilla, el viejo emocionado le dijo: «nunca creí ver valor como este antes de morir, dime muchacho: ¿quieres la mitad de mis tierras?. «No» contesto rápidamente el joven, «entiendo lo que quieres es el 50% de mi ganado», razonó el millonario. «Tampoco», replicó el joven «Ah, lo que quieres es ser mi yerno, y único heredero». «No quiero nada de eso», grito el muchacho «y entonces ¿qué quieres?», Preguntó confundido el millonario. «Quiero saber quien fue el maricón que me empujo a la piscina»
Nuestro hombre reunió a todos sus invitados en uno de los extremos de la piscina y les dijo: «creo que la juventud está perdida, ya no hay hombres en este mundo, por eso si hay un macho en esta fiesta lo reto a cruzar esta piscina. ¡Al que lo haga le daré a escoger entre la mitad de mis tierras, el 50% de mi ganado o la mano de mi única hija y heredera! No había terminado de hablar el empresario cuando un joven se lanza a la piscina, la cruzo y salió por la otra orilla, el viejo emocionado le dijo: «nunca creí ver valor como este antes de morir, dime muchacho: ¿quieres la mitad de mis tierras?. «No» contesto rápidamente el joven, «entiendo lo que quieres es el 50% de mi ganado», razonó el millonario. «Tampoco», replicó el joven «Ah, lo que quieres es ser mi yerno, y único heredero». «No quiero nada de eso», grito el muchacho «y entonces ¿qué quieres?», Preguntó confundido el millonario. «Quiero saber quien fue el maricón que me empujo a la piscina»
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