El alcalde y los consejales
Va un hombre al médico, y éste le dice:
«Oiga, que me duelen los cojones.»
Y el médico, tan asustado, dice:
«Un poco de respeto, mejor diga que le duelen los concejales. Pero bueno, yo le recetaré una medicina para el dolor.»
A los dos días vuelve al médico y le dice:
«Oiga, ¿cómo van los concejales?»
Y con un suspiro de resignación dice el tío:
«Los concejales van bien, pero el alcalde no levanta cabeza.»
«Oiga, que me duelen los cojones.»
Y el médico, tan asustado, dice:
«Un poco de respeto, mejor diga que le duelen los concejales. Pero bueno, yo le recetaré una medicina para el dolor.»
A los dos días vuelve al médico y le dice:
«Oiga, ¿cómo van los concejales?»
Y con un suspiro de resignación dice el tío:
«Los concejales van bien, pero el alcalde no levanta cabeza.»