El abogado y el carnicero
El abogado contesta: “Absolutamente.”
“Entonces me debe usted 9 pesos. Su perro me robó un pedazo de carne hace unos momentos.”
El abogado, sin decir ni una palabra, escribe y entrega al carnicero un cheque amparando los 9 pesos.
Dos dias después, el carnicero abre el correo de su casa y encuentra un sobre del abogado. Al abrirlo se da cuenta de que es ¡una factura por $50 en concepto de honorarios por la consulta!