Efecto

Resulta que de la inferiores de Boca surge un pibe que es un fenomeno. 15 años y ya jugaba en la primera. Le decian EFECTO, aunque nadie sabia su verdadero nombre. Le pegaba a la pelota con tanto efecto que cada corner que pateaba era gol cantado. La pelota iba de la esquina a la media luna y alli giraba 90 grados y entraba al angulo. A veces hacia que un compañero se parara solo lejos del monton, se la ubicaba en la cabeza y entraba de rebote.

La tribuna deliraba, Efecto mejoraba dia a dia. Un dia patea un corner con tanto efecto que la pelota pega en el travesaño, rebota hacia adelante 3 metros, pega en el piso y regresa hacia el arco y GOOOOOOOOOLLLL. El mejor gol de la historia, coinciden todos los criticos. Pasarela lo convoca a la seleccion. Juegan un amistoso con Alemania, patea un tiro libre desde la media luna. Efecto le pega tan bien que la pelota esquiva a la barrera haciendo un semicirculo perfecto y entra al arco. Maradona ya era una sombra.

Los diarios y noticias de todo el mundo hablan del pibe Efecto.
Las tribunas solo gritan E-FEC-TOOO…

Llega el mundial. Francia 1998. Brasil y Argentina llegan a la final. 20 minutos del primer tiempo. Gol de Diego. 42 minutos gol de Romario. 1 a 1 se van a los vestuarios. 10 del segundo tiempo, patea Efecto un tiro libre. La pelota se dirije a las manos del arquero en linea recta y cuando estaba por atraparla la pelota dobla hacia el segundo palo. 2 a 1 gana Argentina. 32m Gol de Bebeto. Mal la defensa Argentina. 2 a 2, 47 minutos. Esta por terminar. Falta contra Diego en el area. El arbitro da penalty para Argentina. Diego se para frente a la pelota. La tribuna lo abuchea y grita «Efecto, Efecto, Efecto». Diego reconoce la superioridad de Efecto y le cede el penal que puede coronar a Argentina campeon del mundo. Efecto se para frente a la pelota. No toma carrera!!

La patea debil y a las manos del arquero brasilero. Este la agarra. Un silencio increible cubre el estadio. Nadie entiende nada. Diego se le acerca a Efecto y le dice : «Boludo, que hiciste?, se la pateaste a las manos!». Efecto, con toda la paz del mundo y guiñandole un ojo, le dice:
«Ja, espera a que el portero la suelte»

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