Dos niños estaban en la sala de espera de un médico.
La niña sollozaba suavemente. «¿Por qué lloras?», le preguntó el niño.
«Vengo a hacerme un análisis de sangre y me van a cortar el dedo», dijo la niña.
Al oír esto, el niño empezó a llorar.
«¿Por qué lloras?», preguntó la niña.
El niño la miró preocupado y dijo: «Vengo a hacerme un análisis de orina».
Dos niños estaban en la sala de espera de un médico.
La niña sollozaba suavemente. «¿Por qué lloras?», le preguntó el niño.
«Vengo a hacerme un análisis de sangre y me van a cortar el dedo», dijo la niña.
Al oír esto, el niño empezó a llorar.
«¿Por qué lloras?», preguntó la niña.
El niño la miró preocupado y dijo: «Vengo a hacerme un análisis de orina».
- Advertisement -