Mi estúpida computadora
Lo abrió, lo volvió a cerrar y regresó a su casa. Un poco después, Manolo volvió a salir de la casa, se dirigió otra vez al buzón, lo abrió y lo cerró con un golpe. Hecho una furia, regresó a la casa.
El hombre estaba terminando de cortar el cesped cuando vio que Manolo salía de nuevo, iba al buzón, lo abría y lo cerraba con todas sus fuerzas. Intrigado por sus acciones, el hombre le preguntó, “¿Oye, Manolo, te pasa algo?”
A lo que él respondió, “¡Claro que me pasa algo! Mi estúpida computadora me sigue dando un mensaje que dice, TIENES CORREO.”