La señora y el perro
Había una señora que tenía un perro llamado «mis tetas», un día el perro se perdió y la señora gritando por la calle decía:
mis tetas, ¿donde estas?
mis tetas, ¿donde estas?
No lo encontro, la señora, entonces le dice a un hombre por la calle:señor, ¿usted vió a mis tetas?, y el señor, responde: no, pero me gustaria verlas