Graves problemas
Un hombre acude muy preocupado al oculista:
– doctor, doctor, tengo un problema muy grave: se me amontonan las letras…
– ¿y qué es lo que pretende?, no querrá que se les pague yo!
– doctor, doctor, tengo un problema muy grave: se me amontonan las letras…
– ¿y qué es lo que pretende?, no querrá que se les pague yo!