Visitas 76
0
0
El rey de la avaricia
Un millonario, famoso por su tacañería, se ha dejado arrancar un cheque de diez mil pesetas para una institución benéfica. A la mañana siguiente un caballero le recuerda amablemente que olvidó firmar el cheque.
– No importa, exclama el millonario, «prefiero que el donativo sea anónimo»
– No importa, exclama el millonario, «prefiero que el donativo sea anónimo»
Average Rating