El reloj ruso
-¿Qué es de tu vida Miguel?…hacía tiempo que no nos veíamos…
-Pues nada, es que estuve seis meses en la Unión Soviética
-¿De verdad mi socio?…¡Qué maravilla!..oye, pero es que estás distinto, engordaste…te veo elegante…–y fijándose en su mano le dice– ¡y mira eso que clase de reloj tienes!
-Si, es un gran reloj, fijate que no sólo es reloj sino cronómetro…
-¡No me digas!
-Y este botoncito te da la hora militar y la hora en todos los paises del mundo según tu los seleccionas por aquí con este otro botoncito…
-¡Qué bárbaro!
-Y si aprietas este botoncito de aquí te registra automáticamente la presión sanguínea y te dice la temperatura de tu cuerpo…
-¡Increible!
-Entonces este botoncito de aquí te dice la presión atmosférica y la humedad relativa, te da las probabilidades de lluvia y la dirección del viento…
-¡Coñooo!
-Si aprietas este otro botoncito te da las tasas de cambio de todas las monedas del mundo para el momento exacto en que lo estás apretando y los puntos que ha ganado o perdido la bolsa de valores..
¡Pa’l cará!…oye y….¿Ese reloj es japones? ¿O americano? ¿O suizo?….
-¡Que va mi socio!…¡Es ruso!
-¿RUSO?…¿Dijiste RUSO?…¿Bolo?….¡No lo puedo creer!
-Bueno, tengo que irme -dice el amigo y agarra la enorme y superpesada maleta . . .
-¿Y qué llevas en esa maleta mi socio? –le pregunta curioso el amigo–
-¿Dentro de la maleta?…¡Nada!…¡la maleta son las baterías del reloj!
