Amigo pobre, amigo rico…
El otro le dice:
-Manolo, ¡qué bien se te ve! ¿ A qué te dedicas, que pareces tan adinerado?
-Pues bien, Pepe. Los últimos siete años he prosperado en África. Mi trabajo consiste en capar leones.
– Y, ¿cómo lo haces?
– Pues, se pone al león abierto de piernas y el capador coge un ladrillo en cada mano y ¡Plás!. Un golpe seco y ya está.
-A lo que dice Pepe…. ¡Uy! ¡eso tiene que doler…!
-Y responde Manolo:
-Bueno… Si tienes cuidado y no te pillas los dedos, no…